Conectividad hídrica, ecosistémica y cultural desde la mirada indígena y comunitaria para mejorar la salud de la Ciénaga Grande de Santa Marta
Del 9 al 11 de julio, el Proyecto Conservación y uso sostenible de la Ciénaga Grande de Santa Marta ejecutado por INVEMAR, acompañó a diez representantes de los pueblos indígenas (Kogui y Arhuaco) de la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) a realizar el diagnóstico espiritual, social y ambiental de los Sitios Sagrados de la Línea Negra que están ubicados entre la Sierra y la Ciénaga. Este recorrido buscaba conocer la situación actual de las cuencas bajas de los ríos Aracataca y Fundación; zonas de injerencia donde el proyecto desarrollará acciones de monitoreo, restauración y conservación, contar con la visión tanto de los pueblos indígenas como de habitantes de la zona, como un ejercicio fundamental para el cumplimiento de acciones en el territorio.
La jornada de tres días vinculó alrededor de 50 personas de los pueblos indígenas Kogui y Arhuaco, líderes sociales de los pueblos palafitos de Bocas de Aracataca y Nueva Venecia, emprendedores locales, fincas ubicadas en las áreas visitadas, mujeres lideresas, jóvenes, niños y educadores del territorio, un encuentro intercultural que logró conectar a las comunidades de la Sierra con las de la Ciénaga para comprender la importancia de este ecosistema, sus problemáticas y acciones urgentes a desarrollar en torno al agua.
Alejo Sauna, líder del pueblo Kogui, traductor representante del Consejo Territorial de Cabildos (CTC) enfatizó que: “el agua es el elemento principal para la vida de la humanidad y cada espacio sagrado tiene una dimensión muy importante en la gobernabilidad, además de una conexión profunda con las lagunas de la parte alta de la Sierra”. Cabe resaltar que la conectividad hídrica es fundamental para el sostenimiento de la biodiversidad (fauna y flora) y las personas, pues de esta se desprenden los servicios ecosistémicos que garantizan la calidad de vida de todos los que habitan en la Ciénaga.
Por su parte, Norey Márquez, joven indígena, traductor del pueblo Arhuaco destaca que: “no todo nos corresponde a nosotros como cultura indígena, pues, ¿quién no requiere del agua, del aire y todos los componentes naturales para vivir?, también las empresas, la toma de decisiones o cómo está organizada la cultura occidental deberían tener en cuenta estos temas para sus planes de desarrollo y tenerlos de manera transversal”.
La actividad que desarrollan los sistemas productivos, también debe tener una compensación, por esto, uno de los trabajadores de las fincas transitadas, afirma que: “lo que se impacta hay que sembrarlo, pues además de las certificaciones de producción con las que se cuentan para reglamentar la sostenibilidad, es muy satisfactorio corresponder ambientalmente lo que estamos haciendo. Además, qué bonito es tener la visita de los pueblos indígenas y que vean que todo está cuidado y natural”.
Alejandra Luna, Investigadora Científica del INVEMAR, dice que: “ La idea es que los datos nos sirvan como insumo para crear acciones, para esto, al contar con el modelo de priorización biofísico (hablando desde lo ambiental), la perspectiva socio-ecológica de los actores clave (en este caso, las comunidades que habitan estos ecosistemas) y por supuesto, la visión de los pueblos indígenas, se pueden iniciar actividades concretas, pues ellos reconocen muy bien cuál es esa conectividad del agua desde los Sitios Sagrados. Aunque las comunidades reconocen cuáles son los tensores, las problemáticas y otros aspectos de manera localizada, los pueblos indígenas tienen la visión holística de la situación y esto es muy importante para los procesos de restauración activa y pasiva”.
Este recorrido que unió la Sierra con la Ciénaga fue el primer encuentro comunitario/ institucional desarrollado desde el proyecto GEF7-CGSM; marcando el inicio del fortalecimiento de relaciones interculturales con las que se espera tejer alianzas que aporten a mejorar la salud del humedal a partir de los datos y la ejecución de acciones participativas. La realización de este recorrido es un aporte a la implementación del Decreto 1500 de 2018 (Línea Negra), el cumplimiento y seguimiento de los principios /mandatos propios de la Ley de Origen. Con esta iniciativa se logra priorizar sitios estratégicos para la intervención e identificación de medidas de manejo conjunto que se pueden desarrollar a partir del entendimiento del estado ambiental, espiritual, cultural de los Sitios Sagrados.