
Por Liseth Castillo, profesional de comunicación científica
En el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de Colombia -INVEMAR, se desarrolló entre el 10 y 11 de marzo, la tercera edición de la Conferencia Internacional de Datos Oceánicos (IODC-3, por sus siglas en inglés). Durante el evento, expertos de todo el mundo expusieron y debatieron estrategias para mejorar la recopilación y aplicabilidad de los datos oceánicos, esenciales para enfrentar el cambio climático y proteger la biodiversidad marina.
Con la asistencia, de alrededor de 150 representantes de más de 30 países, y más de 50 ponencias, tanto virtuales como presenciales, la conferencia se centró en el papel del océano como estabilizador del clima, resaltando la urgencia de contar con información precisa para la toma de decisiones que incida en políticas ambientales. En este sentido, la IODC-3 abordó la necesidad de infraestructuras de datos robustas, tecnologías innovadoras y gobernanza efectiva para mejorar la accesibilidad y el uso equitativo de los datos, siendo también la antesala a la vigésimo octava sesión de la asamblea de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IODE-28)
Uno de los temas clave fue la armonización de datos históricos con estándares modernos de biodiversidad, permitiendo su integración en repositorios globales como el Sistema de Información sobre la Biodiversidad Oceánica (OBIS). Asimismo, se destacó la importancia de desarrollar políticas de datos que fomenten una gobernanza equitativa y eficiente a nivel mundial.
Por otra parte, el uso de metodologías y tecnologías emergentes como el ADN ambiental (eDNA), se presentó como una herramienta clave para evaluar la biodiversidad marina sin necesidad de capturar especies. Este método ha sido fundamental en la designación de nuevas áreas marinas protegidas en Colombia y en el desarrollo de vehículos autónomos subacuáticos para exploración marina.
El intercambio y la federación de datos biomoleculares también fueron puntos destacados, con iniciativas como la Red de Observación Biomolecular Oceánica (OBON) trabajando para integrar estos datos en infraestructuras internacionales.
Además, se presentaron diversas plataformas digitales que facilitan la interpretación de datos para tomadores de decisiones, entre ellas, el proyecto europeo MPA Europe, que permite planificar áreas marinas protegidas basándose en modelos de cambio climático y distribución de especies.
Los avances en monitoreo de la calidad del agua en Colombia y sistemas de rastreo de contaminación por microplásticos en América Latina y el Caribe, también fueron protagonistas como iniciativas clave para la conservación marina.
La conferencia también sirvió como un espacio para fortalecer la colaboración regional en América Latina y el Caribe. Los seis nodos OBIS de la región anunciaron su primera reunión informal para coordinar esfuerzos en la mejora del acceso a datos oceánicos.
Con espacios como estos, la IODC-3 reafirmó la necesidad de datos accesibles, confiables y bien gestionados para la protección y el uso sostenible de los recursos marinos en un contexto de cambio climático global.