Piloto de manejo de sitios sagrados y articulación de acciones en la Ciénaga Grande de Santa Marta, un paso hacia la conservación.

Por: Natalia Mendivil Rivas, Profesional de comunicaciones proyecto GEF7-CGSM
En un esfuerzo conjunto por fortalecer la conservación biocultural de la ecorregión Ciénaga Grande de Santa Marta, se avanza en la construcción conjunta de la ruta y plan de trabajo para el manejo de dos sitios sagrados priorizados en las cuencas bajas de los ríos Aracataca y Fundación. Esta iniciativa se enmarca en el proyecto Conservación y uso sostenible de la Ciénaga Grande de Santa Marta y articula esfuerzos entre INVEMAR, Amazon Conservation Team (ACT), el Santuario de Fauna y Flora CGSM, CORPAMAG y las comunidades indígenas Kogui y Arhuaca presentes en estas cuencas.
El proceso, que tuvo su fase diagnóstica en julio de 2024, identificó problemáticas críticas en estos sitios sagrados, como deforestación, mal manejo de residuos, obras no concertadas, falta de acceso de autoridades tradicionales indígenas a los sitios sagrados, especies exóticas invasoras, desabastecimiento de agua, falta de articulación con autoridades territoriales, entre otras. Frente a ello, se propuso el desarrollo de un ejercicio piloto conjunto para la conservación de los sitios sagrados en predios privados en los sitios Jaba Mitualaskaka (Desembocadura del Río Sevilla en río Frío y Ayu Keyru Lasawagui (Confluencia del Tucurinca en el Rio Aracataca).
Uno de los ejes clave del plan es el fortalecimiento del diálogo entre indígenas, gremios y productores, e instituciones, a través de procesos pedagógicos que fomenten el respeto mutuo y el manejo compartido del territorio.
La propuesta también contempla la realización de acuerdos de conservación con propietarios de predios ubicados en los sitios sagrados —palmeros, ganaderos y bananeros— y el desarrollo de acciones de monitoreo ambiental y espiritual, lideradas conjuntamente por las comunidades y los actores institucionales.
Este piloto forma parte del componente de biodiversidad que incluye acciones de restauración y conservación del proyecto, y que proyecta alcanzar 22.000 hectáreas bajo procesos de conservación y restauración de bosque seco y bosque ripario, y se alinea con los objetivos de protección integral del ecosistema y respeto por el tejido espiritual y cultural que representa la Sierra Nevada de Santa Marta para los pueblos originarios.
Con este plan, se avanza hacia un modelo de conservación que reconoce el papel protagónico de los saberes ancestrales y locales, además de la necesidad de alianzas con diversos actores del territorio para proteger el patrimonio natural y espiritual de la región.